El hospital de campaña de la Cruz Roja a un año de su inauguración Un recurso vital y un crudo recordatorio en Gaza

Con el viento seco de Gaza, el polvo nunca se asienta del todo. Se pega a las paredes de lona del hospital de campaña de la Cruz Roja, se arremolina en los corredores y se deposita sobre la piel de los pacientes y de los médicos y enfermeras mientras estos hacen sus rondas. Van presurosos de una tienda a otra, llevando las historias clínicas de los pacientes, con la cabeza gacha y concentrándose en las necesidades del paciente que sigue, a la vez que intentan prepararse para lo que pueda ocurrir a continuación en este entorno de trabajo tan difícil e imprevisible.
De tanto en tanto, se oyen explosiones, a veces lejos y a veces alarmantemente cerca. El personal nunca se acostumbra a esto, pero aquí no pueden distraerse. Todos los días, cientos de pacientes y sus cuidadores dependen de estos profesionales médicos, que representan su última línea de defensa.
El personal de este hospital ha respondido a una oleada tras otra de víctimas a gran escala, ha atendido a miles de pacientes ambulatorios, ha operado extremidades desgarradas y ha tratado fracturas expuestas y quemaduras graves. Durante el alto el fuego, ha atendido partos y se ha centrado en la rehabilitación postoperatoria, antes de que la reanudación de las hostilidades volviera a llenar las camas de víctimas. Cada día es diferente, pero su compromiso se mantiene firme.
Una medida provisional, un año después
Hace un año que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) abrió su hospital de campaña en Rafah (Gaza), bajo la sólida dirección de la Cruz Roja Noruega y junto con la Media Luna Roja Palestina (MLRP) y otras trece Sociedades Nacionales. Un año después, esta medida provisional, cuyo objetivo era salvar una brecha en tiempo de emergencia, se transformó en otra oportunidad que permitía a las personas solicitar la ayuda médica que necesitaban con enorme urgencia.
Hoy, el hospital de campaña sigue siendo un recurso vital para miles de personas. Es testimonio del coraje de los trabajadores de la salud y de la voluntad de sobrevivir de los pacientes cuyas vidas fueron destrozadas por esta guerra. Sin embargo, también es un crudo recordatorio de todo lo que se ha perdido y de todo lo que debería protegerse en virtud del derecho internacional humanitario.

Respuesta de emergencia a una crisis sostenida
La inauguración del hospital de campaña de la Cruz Roja fue la respuesta a una necesidad de extrema gravedad y urgencia. Las hostilidades habían dañado o destruido gran parte de la infraestructura de salud de Gaza. Los pacientes y el personal médico vivían bajo una amenaza constante. La escasez de insumos había alcanzado un nivel crítico. Nunca se pretendió que el hospital de campaña, diseñado para ser instalado con rapidez en zonas de conflicto, reemplazara a un sistema de salud funcional. Su objetivo era salvar vidas hasta que se pudiesen
reconstruir los hospitales y las personas civiles pudieran acceder a los servicios de salud en condiciones seguras.
Un año después, el hospital de campaña sigue funcionando.
Todos los días, los equipos de médicos, de personal de enfermería y de voluntarios trabajan hasta el límite de sus fuerzas para brindar servicios de cirugía de emergencia, atención materna, pediatría y atención de pacientes ambulatorios.
Trabajo incesante para salvar vidas
A lo largo de este año, quienes dieron vida al hospital de campaña de la Cruz Roja fueron las personas presentes en él: los pacientes y el personal. Sus historias y reflexiones nos ayudan a comprender no solo lo que se ha soportado, sino también todo lo que sigue estando en juego.
Diario del Dr. Jouni Hirvioja, médico de 41 años especializado en atención de urgencia, proveniente de Turku. Mayo de 2024.
"Ayer, realizamos una cesárea para traer al mundo a un saludable varoncito. A veces, hay acontecimientos que traen mucha alegría. Sin embargo, es más frecuente presenciar sufrimientos totalmente innecesarios. Heridas causadas por metralla, explosiones, disparos y quemaduras. Tantas personas quedan sin la atención que antes era cosa de todos los días: ¿adónde puedo derivar a un paciente diabético, si en Gaza ya no se consiguen inyectores de insulina ni glucómetros?
Todos nuestros trabajadores locales han experimentado graves pérdidas. Algunos han perdido a casi toda su familia y la mayoría viven en tiendas improvisadas. Su decisión de ayudar a los demás pese a sus propios sufrimientos es increíble. Aunque para venir al hospital tengan que recorrer largos trayectos -por ejemplo, viajando tres o cuatro horas en un carro de burro-, si encuentran una forma de llegar cumplen con cada uno de sus turnos.
Esta tarde y noche estoy de turno y mantengo mi radio encendida. No importa que esté de turno o no, si alguien sufre una herida grave por la noche o si hay que efectuar una cirugía, yo trabajo. Estamos a disposición las 24 horas del día, los siete días de la semana".
Los pacientes han podido acceder a los servicios de salud del hospital gracias al incansable trabajo del personal médico de las ambulancias y de los equipos de primera respuesta de la Media Luna Roja Palestina (MLRP). Desde que se abrió el hospital de campaña, esos equipos han arriesgado su vida a diario, viajando a zonas peligrosas para llegar hasta los heridos y trasladarlos a un lugar seguro. Su valor y su compromiso han sido de vital importancia, no solo para traer a los pacientes al hospital de campaña sino también para asegurar la derivación de las personas que necesitan atención especializada. Sin ellos, no se habrían salvado tantas vidas.
Una frágil pausa antes del rápido regreso al modo de crisis
Durante el alto el fuego transitorio establecido a principios de año, la atmósfera en el hospital de campaña cambió, aunque solo ligeramente. Por unas pocas y valiosas semanas, el ritmo constante de los casos de trauma ingresados se desaceleró. El personal tuvo tiempo para descansar, reponer los insumos y centrarse en los cuidados y procesos de rehabilitación de largo plazo.
Los pacientes también encontraron momentos de calma. Algunos pudieron recibir un mayor grado de atención de seguimiento y los niños comenzaron a jugar de nuevo fuera de las tiendas.
Pero la reanudación de las hostilidades rompió el silencio. Rápidamente, el hospital comenzó a responder de nuevo a las necesidades de las víctimas y el equipo retomó el modo de emergencia, tratando lesiones complejas, realizando cirugías día y noche, y haciendo todo lo posible por salvar vidas a pesar de las limitaciones de los recursos y la incertidumbre acerca del futuro. El contraste fue muy notorio y constituyó un crudo recordatorio de lo frágil que sigue siendo la paz.

Protección de la asistencia de salud: una obligación jurídica
El derecho internacional humanitario es claro: el personal y los establecimientos médicos deben ser respetados y protegidos en todas las circunstancias. Todas las partes deben asegurar que los hospitales y los establecimientos médicos sigan siendo santuarios destinados a preservar la vida humana.
El hecho de que el hospital de campaña siga funcionando un año después de su apertura es un triste recordatorio de la realidad de la vida en Gaza.
El costo humano detrás de las cifras
Desde su apertura, el hospital de campaña de la Cruz Roja ha atendido a más de 80.240 pacientes. Detrás de cada estadística, está la historia de una vida humana: un niño que se recupera de heridas de metralla y de quemaduras horrorosas, una madre que sobrevive al parto contra todo pronóstico, un padre que aprende a caminar de nuevo tras una cirugía.
Estas historias nos recuerdan por qué estamos aquí y por qué esperamos fervientemente poder irnos algún día.
El CICR mantiene su compromiso de asistir a la población de Gaza. Nuestros equipos siguen trabajando junto a sus socios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y los trabajadores de la salud locales, ofreciendo no solo asistencia médica sino también capacitación, mentoría y apoyo. Pero, en última instancia, el objetivo es lograr que las personas puedan volver a solicitar asistencia en un hospital permanente con instalaciones diseñadas para curar, no para sobrevivir durante una emergencia.
Celebramos este primer aniversario con emociones contradictorias. Gratitud por lo que ha sido posible. Dolor por lo que se ha perdido. Y la esperanza de que pronto, el hospital de campaña de la Cruz Roja pueda cerrar sus puertas.
El Hospital de Campaña de la cruz Roja fue implementado en coordinación con la Media Luna Roja Palestinay la Cruz Roja Noruega, y apoyado por las Sociedades de la Cruz Roja de Alemania, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, China (Hong Kong), Islandia, Japón, Suecia, Suiza y Reino Unido.