Noora trabaja en los campos minados de Irak para devolver la vida y la esperanza a su tierra natal

“Cada vez que me voy a trabajar, mi hija llora. No es fácil, pero no tengo opción".
Noora Murad, quien realiza tareas de desminado en Sinjar, Irak, ha dedicado su vida al peligroso, difícil y esencial trabajo de proteger a la población civil de los peligros a largo plazo de las minas antipersonal.
Por haber crecido en una zona muy contaminada por restos explosivos de guerra, ha sido testigo de los peligros que este tipo de artefactos explosivos han supuesto para su comunidad: niños heridos o muertos de manera indiscriminada mientras jugaban, pastores lesionados por minas terrestres ocultas en sus campos, viviendas dañadas o destruidas y familias imposibilitadas de circular libremente o de regresar a su hogar de forma segura.
Decidida a marcar la diferencia, eligió una profesión que supo estar dominada por hombres y se embarcó en la peligrosa pero crucial tarea de remover minas terrestres.

Su trabajo consiste en localizar, identificar y retirar de forma segura minas terrestres y otros restos explosivos de guerra de áreas contaminadas. Junto a sus colegas del Grupo Asesor sobre Minas (MAG), abre pasos dentro de campos minados usando herramientas como detectores de metal, equipos de protección y, a veces, perros especialmente adiestrados. Sus tareas también incluyen señalizar áreas peligrosas, educar a las comunidades sobre los riesgos y ayudar a restablecer el acceso a tierras, fuentes de agua e infraestructura vitales.

Es un trabajo meticuloso y de alto riesgo que salva vidas y permite que las comunidades afectadas por la guerra comiencen un proceso de reconstrucción.
Para Noora, el desminado es más que una profesión: es un compromiso para devolver la vida y la esperanza a su tierra natal.

Cómo apoyamos las actividades de desminado en Irak
En Irak, el CICR mantiene un diálogo activo con las autoridades, las fuerzas de seguridad y las partes interesadas para promover el cumplimiento del derecho internacional humanitario, así como para que las operaciones de remoción y las medidas de reducción de riesgos respeten las obligaciones jurídicas y los principios humanitarios.
Asimismo, trabajamos en estrecha colaboración con las autoridades nacionales para fortalecer el marco jurídico interno relacionado con las minas antipersonal y las municiones en racimo, en consonancia con las obligaciones internacionales.
Nuestra labor consiste en sensibilizar y ayudar a las autoridades en la aplicación de las normas jurídicas internacionales, prestando apoyo para que implementen las obligaciones jurídicas relativas a la educación sobre los riesgos que implican los artefactos explosivos y a la asistencia a las víctimas.
Siempre alentamos a las autoridades a tomar medidas prácticas que faciliten el cumplimiento de los compromisos de larga data de proteger a las personas civiles de los daños indiscriminados que provocan las minas, las municiones en racimo y los restos explosivos de guerra.